DECLARACIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL PCPE ANTE LOS BRUTALES PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 2013.
Los Presupuestos Generales para 2013 son los presupuestos del hambre. El
Comité Ejecutivo del PCPE ha analizado el proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para 2013, que marca la línea estratégica de
ofensiva económica en la guerra declarada por el bloque oligárquico –
burgués contra clase obrera. A
lo largo de 2013, uno de cada cuatro euros del gasto presupuestado irá
dirigido a pagar a la oligarquía financiera los 38.590 millones de euros
de intereses, generados por una deuda que alcanzará el próximo año el
90,5 % del Producto Interior Bruto. Esa es la clara expresión del grado
de quiebra del sistema capitalista, también en España. La línea política
marcada por la UE, de priorización absoluta del pago de la deuda, por
encima de la solución a las necesidades de la mayoría social, es lo que
se traduce a nivel presupuestario en un recorte de las prestaciones de
desempleo (-6,3%), en un recorte del empleo público (-2,2%), en la
congelación de las pensiones y del salario mínimo interprofesional, con
la consiguiente pérdida de poder adquisitivo ante el incremento de la
inflación, en un drástico recorte en sanidad (-22,6%), educación (-31%),
cultura (-19,6%) y en los servicios sociales básicos prestados por los
Ayuntamientos (-40%). Los
datos más recientes del FMI vienen a ratificar esta situación de
quiebra, con una recesión estimada para 2013 del -1,5%, y el horizonte
de 2018 para que España -hipotéticamente- recupere el PIB del año 2007.
Continuará la destrucción de empleo, con reducción de los fondos para el
subsidio de desempleo, acercándose la cifra de parados a los seis
millones. Continuará el abaratamiento del precio de la fuerza de
trabajo, se generalizarán los salarios de miseria. La
guerra contra la clase obrera se endurece. Los obreros y obreras,
trabajadores y trabajadoras del campo, pequeños campesinos, trabajadores
autónomos, mujeres trabajadoras y la juventud de extracción popular, no
podemos seguir consintiendo este orden de cosas. En el capitalismo no
hay ningún futuro para la clase obrera. Por la cancelación unilateral de la deuda. Las
ganancias capitalistas se pagan con el sufrimiento extremo de nuestra
clase obrera y nuestro pueblo trabajador. No han sido los obreros y los
demás sectores populares quienes han generado la deuda del capitalismo
español. Por tanto, debemos negarnos a realizar cualquier sacrificio
dirigido a pagar esa deuda, absolutamente imposible de pagar por otra
parte. El PCPE exige la cancelación unilateral de la deuda. Llamamos a
las mayorías trabajadoras a no aceptar ningún recorte o reforma
restrictiva tendente al pago de la deuda o de sus intereses a las
sanguijuelas parasitarias que integran la oligarquía financiera. Hoy,
sectores crecientes de nuestro pueblo comprenden y hacen suya nuestra
lucha para romper con la Unión Europea, con la OTAN, con el euro y con
un sistema económico en el que no hay salida para la clase obrera. La burguesía avanza hacia un estado autoritario El
temor de la burguesía a perder su posición hegemónica en la sociedad,
como consecuencia del deterioro de las condiciones de vida de la clase
obrera y de amplios sectores populares en el escenario de la crisis
estructural del sistema capitalista, le lleva a desarrollar una
elaborada estrategia para evolucionar hacia una forma autoritaria del
ejercicio del poder político. Creyendo que con esa deriva conseguirá
conjurar el proceso de toma de conciencia revolucionaria de la clase
obrera y su derrocamiento como clase en el poder. Con
este objetivo se instrumentalizan ciertos estados de ánimo social, de
descontento con los elementos formales de la democracia burguesa, para
legitimar esta deriva autoritaria y de ejercicio violento del poder. Después
de episodios de movilización social extrañamente alentados, cuya
represión es ampliamente difundida por los medios de agitación y
propaganda del sistema, se procede a la publicación de una serie de
reformas del Código Penal, que tienen como objetivo central reprimir la
lucha de la clase obrera por sus derechos y por el poder obrero. Se
cierra así el círculo perfecto trazado desde las cloacas del estado. El
presente intento, en las elecciones catalanas, de tratar de impedir la
concurrencia de las organizaciones revolucionarias -utilizando trampas
leguleyas, con el amparo de la Junta Electoral Central - es una
expresión más de esta deriva. El
capitalismo no puede mantener ya, siquiera, su vieja democracia formal.
La clase obrera tiene que ser consciente de estos nuevos tiempos
históricos y adaptar sus formas de lucha a la actual forma concreta de
la dictadura del capital. La clase obrera debe contraatacar sin demora. En
los últimos meses las luchas sociales se han generalizado. Pero
distintas fuerzas sindicales y políticas, subsidiarias hoy del
capitalismo, se esfuerzan por evitar que la lucha vaya a la raíz del
problema, a confrontar con la explotación del hombre por el hombre
asentada en la propiedad privada capitalista de los medios de
producción, tornándose en lucha por el poder obrero y popular. Para ello
articulan un programa de menor resistencia centrado en corregir
supuestos “excesos” del capitalismo, la crítica se coloca en exclusiva
en la gestión del sistema y no en el sistema mismo. Proponen medidas
tendentes a implantar un “capitalismo de rostro humano” en el que se
ponga freno a la corrupción y al derroche y se invierta en lo que
denominan economía productiva, defendiendo el llamado “Estado del
Bienestar” bajo la táctica oportunista del pacto social y la
conciliación de clases. La
salida a la crisis estructural, sea mediante una gestión capitalista
-violenta y autoritaria- basada en recortes y restricciones, como los
aplicados por los gobiernos del PSOE y el PP, o mediante una gestión
capitalista expansiva, defendida ahora por sectores del PSOE y por
Izquierda Unida y otras fuerzas pequeño burguesas, conducen en el fondo a
tratar de reiniciar la reproducción ampliada del capital a costa de la
clase obrera y del pueblo, aumentando su opresión y su explotación. A
esta lógica responden las convocatorias exigiendo un referéndum
ciudadano, que tratan, en el fondo, de presionar para un cambio en la
gestión de la crisis capitalista dentro de los márgenes del sistema. Es
hora de decir basta. Tras más de cinco años de desarrollo de la crisis
estructural capitalista, se ha podido comprobar que ese enfoque no tiene
ninguna salida para el movimiento obrero y está condenado a la derrota.
Frente a la lógica de la conciliación de clases y el pacto social, la
lucha debe organizarse en términos de confrontación y de ruptura con el
capitalismo. Exigir la convocatoria de una huelga general es el primer paso. Tras
las contundentes movilizaciones obreras habidas antes del verano,
especialmente la heroica lucha de la minería, las cúpulas sindicales han
reorientando la movilización obrera a términos asimilables, admisibles
para los capitalistas. No debemos consentirlo. Nunca en las últimas dos
décadas hubo tantas razones para convocar una huelga general, que debe
superar en organización y combatividad a las anteriores. En cada centro
de trabajo, en casa sector, en cada movilización, la exigencia de
convocatoria de huelga debe convertirse en un clamor que obligue a las
burocracias sindicales a formalizar, YA¡, la convocatoria. Los
sectores más conscientes de la clase obrera deben comenzar a preparar
la huelga. Deben convocar asambleas, aprobar resoluciones, discutir el
programa de lucha, organizar Comités para la Unidad Obrera, superadores
del fraccionamiento sindical, con el objetivo de de impulsar y dirigir
la lucha. Ello es una parte fundamental de la estrategia de conformación
del Frente Obrero y Popular por el Socialismo, que será la expresión
política de las alianzas de la clase obrera hacia la sociedad
socialista-comunista. Defender la paz y luchar contra la guerra imperialista. Capitalismo
es guerra. La salida a la crisis capitalista, de no impedirlo la clase
obrera, pasa por la intensificación brutal de la explotación de la
fuerza de trabajo y por la guerra imperialista. En los últimos años
hemos presenciado los ataques a Yugoslavia, Iraq, Afganistán y, más
recientemente, contra Libia. Los monopolios de las distintas potencias
buscan extender su dominio, acceder a nuevos mercados y materias primas
antes que sus competidores. Hoy, la OTAN está interviniendo
agresivamente en Siria para desestabilizar al gobierno y provocar la
intervención militar de potencias extranjeras, al mismo tiempo que
prepara una agresión a gran escala contra Irán. La
clase obrera es la más interesada en preservar la paz mundial. El PCPE
llama a todos los trabajadores y trabajadoras a movilizarse contra la
guerra imperialista, a denunciar los planes agresivos de la oligarquía y
a manifestar su solidaridad activa con los trabajadores y trabajadoras
de los países agredidos. La
lucha contra la guerra debe basarse en un programa concreto, que pasa
por exigir el retorno de los soldados españoles de todas las misiones de
ocupación imperialista en las que están participando, por exigir el
cierre de las bases militares estadounidenses en territorio español, por
la desvinculación del llamado “escudo antimisiles” que se tiene
previsto instalar en la Base de Rota, y por una lucha decidida por la
salida de la alianza criminal e imperialista que es la OTAN, y por su
disolución. Fortalecer el Partido Comunista, conquistar el poder obrero y popular. En
nuestro país están dadas las condiciones objetivas para erradicar, de
una vez por todas, el sufrimiento de quienes se ven en la obligación de
vender su fuerza de trabajo en condiciones de explotación. Hoy existen
los medios de producción y el desarrollo científico – técnico necesarios
que permitirían satisfacer las necesidades de la mayoría social. Sin
embargo, el sufrimiento del pueblo crece porque esos medios están en
manos privadas y se produce exclusivamente para llenar los bolsillos de
los capitalistas y no para satisfacer las necesidades populares. Es
necesario arrebatar el poder a los capitalistas, la lucha debe apuntar a
la conquista del poder obrero y a la construcción del socialismo y el
comunismo. Solo la nacionalización de los medios de producción
estratégicos y la planificación económica, a través de un estado
organizado como República Socialista garantizará nuestro futuro y el de
las próximas generaciones, solucionando de una vez por todas la cuestión
nacional en España mediante el reconocimiento del derecho a la
autodeterminación, y contribuyendo a preservar la paz mundial. El Comité Ejecutivo del PCPE llama a la clase obrera a luchar por el siguiente programa: Nacionalización de la banca y de los sectores económicos estratégicos. Toda la sanidad y la enseñanza públicas. Derogación de las reformas laborales y de seguridad social. Abajo los recortes. Cancelación unilateral de la deuda. Salida del euro y ruptura con la Unión Europea. Salida y disolución de la OTAN. Por el poder obrero y popular, el socialismo y el comunismo. Llamamos
a participar activamente en las todas movilizaciones obreras como
estrategia de acumulación de fuerzas hacia la huelga general.Llamamos a reforzar el Frente Obrero y Popular por el Socialismo(FOPS) para derrotar al sistema capitalista y avanzar hacia el poder obrero y el socialismo-comunismo. ¡LUCHANDO POR LA SALIDA DE LA UE, EL EURO Y LA OTAN! ¡TODO PARA LA CLASE OBRERA! !NADA SE MUEVE SIN NUESTRO TRABAJO¡ 13 Octubre 2012 --Área Internacional / International AreaComité Central del PCPE / Central Committee of the PCPEhttp://www.solidnet.org/spain-communist-party-of-peoples-of-spain/2981-cp-of-the-peoples-of-spain-declaracion-del-ce-del-pcpe-ante-los-presupuestos-generales-para-2013-sp
No hay comentarios:
Publicar un comentario