domingo, 13 de abril de 2014

La juventud y la Unión Europea

La juventud y la Unión Europea

La juventud y la Unión Europea
Para los jóvenes la Unión Europea se manifiesta como una unión imperialista reaccionaria que condena –más si cabe- a la mísera, al paro y a la precariedad a los hijos e hijas de la clase obrera
La Unión Europea, sus raíces en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), en la Comunidad Económica Europea (CEE) y su evolución desde el Acta Única Europea en 1987 y firma del tratado de Maastricht en 1992 es inseparable del conjunto de procesos sociales, políticos y económicos que nos muestra la actual fase del capitalismo. Esta unión, dirigida por las principales potencias al servicio de monopolios y grandes multinacionales con intereses económicos de gran calado en su construcción y gestión, se conforma desde su nacimiento de forma inequívoca en el polo imperialista europeo.
Para los jóvenes españoles la Unión Europea, su carácter y como afecta a diferentes aspectos de su vida, tales como los estudios y el trabajo, pasa por ser un tema muy recurrente y que precisa de una mayor insistencia en la clarificación por nuestra parte, intentado incidir en la correcta caracterización de la UE y de confrontación con las posiciones del oportunismo juvenil, representado en diferentes vertientes por organizaciones de todo tipo, tanto políticas como sindicales y sociales.
Ésta lucha contra el oportunismo juvenil debe ligarse al desarrollo de la lucha de clases para comprender cada momento y explicar a jóvenes estudiantes y trabajadores la realidad de nuestros análisis, la necesidad de la organización y el sentido y orientación de las luchas.
En estos tiempos, los ataques que se producen desde el capital, con la Unión Europea al frente se revelan con tanta fuerza contra los derechos de los jóvenes estudiantes y trabajadores que paso a paso van demostrando la justeza de las posiciones políticas de nuestro proyecto.
A día de hoy, las cifras de paro juvenil en la UE son alarmantes: 5,5 millones de jóvenes europeos se encuentran en situación de desempleo, con una tasa del 23,4%, situándose España a la cabeza –solo superada por Grecia- con un 56,1% y más de 900.000 jóvenes, una sexta parte del total de la unión.
En esta situación, el capitalismo intenta de forma desesperada gestionar su crisis con medidas que en nada benefician a la juventud estudiante y trabajadora, siendo buena muestra de ello el llamado “Plan de Garantía Juvenil” , destinado a jóvenes menores de 25 años. Este plan consagra la explotación juvenil con prácticas no remuneradas en la modalidad de formación en el empleo, la precariedad laboral en la contratación y facilita por ejemplo la gestión en la colocación de las Empresas de Trabajo Temporal.
A nivel europeo, este plan se destapa como estrategia común de la Unión Europea, que a través de las burguesías de los respectivos estados miembro se coloca, en un claro interés de clase, del lado de los empresarios y sus intereses.
En este sentido, en los próximos días el comisario europeo de empleo y asuntos sociales László Andor, impartirá una conferencia en Bruselas en compañía de altos cargos de la UE y empresarios para mostrar la significación de la aplicación del citado plan y como contribuirá a ser el enésimo intento del capitalismo para remontar su tasa de beneficios, tocada desde el estallido de la crisis.
En definitiva, la mayoría de jóvenes de este país no tienen acceso al mercado laboral, engrosando las filas del paro y viéndose condenados a la creciente emigración o en el mejor de los casos, a aceptar trabajos donde la precariedad, los salarios de miseria y las condiciones abusivas marcan las modalidades de contratación.
A todos estos ataques se suman los que implican a los jóvenes estudiantes, contextualizados en un proceso de desmantelamiento de la educación pública tal como la conocimos y de búsqueda por parte de oligarquía de nuevos espacios para generar beneficios. Se constatan también crecientes dificultades en las condiciones de los estudiantes de primaria y secundaria de la UE, como el aumento de la ratio de alumnos por aula que no solo afecta a los jóvenes españoles.
En la universidad se producen ataques en los países de la UE, con el objetivo de reducir la calidad de la universidad pública frente a la privada, como pretexto en la apertura de la educación a grandes capitales privados para la gestión y obtención de beneficios, mostrando con toda su crudeza lo que significa el denominado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y la creciente implantación de la Estrategia Universidad 2015.
Por todo ello, para los jóvenes estudiantes y trabajadores del estado, la Unión Europea se manifiesta como una unión imperialista reaccionaria que condena –más si cabe- a la mísera, al paro y a la precariedad a los hijos e hijas de la clase obrera. La decidida lucha por la salida del € y de la UE debe de ir acompañada por el fortalecimiento de las organizaciones de clase, del Partido Comunista y de su Juventud, levantando respuestas a los ataques en clave de contraataque y poniendo de manifiesto que ésta salida debe pasar por el poder obrero. Y para avanzar en estas claves contribuiremos decididamente los jóvenes comunistas de este país.

Sócrates Fernández

 
*Para más información del Plan de Garantía Juvenil: http://www.cjc.es/component/content/article/35-comunicados/194-la-juventud-comunista-ante-la-aprobacion-del-plan-de-garantia-juvenil

http://www.pcpe.es/estado/item/3257-la-juventud-y-la-uni%C3%B3n-europea.html

Declaración del Comité Ejecutivo del PCPE Ante los recientes acontecimientos en Ucrania.

Declaración del Comité Ejecutivo del PCPE

Ante los recientes acontecimientos en Ucrania.
Las potencias imperialistas, ante la necesidad de superar la profunda crisis capitalista, tienden a la reacción y a la guerra. La Unión Europea, los Estados Unidos y Rusia llevan años realizando todo tipo de maniobras para situar a Ucrania como aliado estable en la pugna interimperialista, pues se trata de un enclave geopolítico estratégico desde el punto de vista militar y del control de recursos naturales y nuevos mercados.

Tras el triunfo de la contrarrevolución en la URSS y la independencia ucraniana, la Rusia capitalista ha utilizado en Ucrania elementos objetivos como la proximidad geográfica, histórica y cultural para hacer avanzar los intereses de sus monopolios. Los EEUU y la UE han hecho lo propio mediante el apoyo, directo o encubierto, a sectores oligárquico-burgueses más afines a sus intereses político-económicos, hasta el punto de llegar a apoyar a grupos nazi-fascistas para forzar, mediante un golpe de Estado, la entrada de Ucrania en la UE, lo que tendría para el pueblo trabajador ucraniano dramáticas consecuencias: paro, destrucción de salarios y derechos, empobrecimiento masivo y generalización de la miseria.

El profundo malestar por la crisis social y económica que vive el pueblo ucraniano, fruto de la gestión capitalista de los sucesivos gobiernos del país, ha sido el caldo de cultivo utilizado hábilmente por las potencias imperialistas occidentales para promover y, posteriormente, legitimar el golpe de Estado contra un presidente que no respondía a sus intereses, provocando una situación que puede quebrar al país de manera violenta. Con el objetivo de derrocar a Yanukovich se han promocionado el fascismo, el antisemitismo, el racismo y el anticomunismo, colocando al país al borde de la guerra civil.Hoy, como ayer, la “democrática” UE tolera, promueve y financia al fascismo en Ucrania y en el resto de Europa.

El ataque a minorías étnicas y religiosas, la destrucción de los monumentos a los héroes y heroínas soviéticos y antifascistas y las agresiones constantes contra sedes y militantes del Partido Comunista, son hechos criminales aplaudidos y promovidos por medios de comunicación y potencias occidentales.

Estos hechos, sumados a los intereses militares directos de Rusia en el Mar Negro y a la gran cantidad de pasaportes rusos que circulan por el Este y Sur de Ucrania, han proporcionado a la Rusia capitalista la justificación que necesitaba para el despliegue de tropas en la zona de la Península de Crimea, existiendo un riesgo real de confrontación militar directa y de ruptura de facto del país.

El PCPE quiere mostrar su total solidaridad con el pueblo ucraniano, que está siendo víctima de las pugnas entre potencias imperialistas, y hace un llamamiento a la lucha y solidaridad antifascista de la clase obrera frente al intento de colocación de los intereses de los trabajadores y trabajadoras detrás de la bandera de una u otra potencia. Nos solidarizamos muy particularmente con los y las comunistas de Ucrania que están sufriendo en sus propias carnes la persecución y el acoso de las fuerzas fascistas en las zonas controladas por el gobierno golpista.

Llamamos la atención sobre la manipulación que las potencias imperialistas hacen de las “revoluciones ciudadanas”, tras las cuales se esconden intereses ajenos a los pueblos, como hemos visto en Yugoslavia, Libia, Siria o Venezuela.

Al mismo tiempo, nos preocupa que la promoción de teorías como las de la “multipolaridad” pueda servir para legitimar intereses de otras potencias bajo la excusa de que disputan la hegemonía económico-militar a los EEUU y a la UE en el mundo. Estas teorías conducen a la clase obrera y a los pueblos del mundo al callejón sin salida que supone elegir bando en una confrontación inter-imperialista en la que sus intereses son los últimos en juego.

El PCPE se reafirma en la necesidad de continuar sin descanso la lucha anti-imperialista, en lo inmediato exigiendo la no utilización del espacio terrestre, marítimo y aéreo español para la agresión contra ningún país, todo ello en el marco de la lucha por la salida de España de la UE, el € y la OTAN como paso necesario para avanzar hacia la construcción del socialismo-comunismo, único sistema que garantizará la plena soberanía de los pueblos y la construcción de unas relaciones entre países basadas en la cooperación, el respeto muto y la paz.

Madrid, 5 de marzo de 2014

sábado, 5 de abril de 2014

El oportunismo ante la UE.

El oportunismo ante la UE.

El oportunismo ante la UE.
La Europa de la rapiña y el desprecio de los pueblos que ha secuestrado nuestra democracia, explotación, violencia y guerra es el único futuro que ofrece la UE.
Partiendo del doble análisis que sitúa al oportunismo como expresión de la influencia de la política y la ideología burguesa en el movimiento obrero y que, consecuentemente a ello, su principal misión es generar confusión y dispersión de objetivos entre ésta, es fácil entender por qué en todo lo relativo a la construcción europea, las fuerzas políticas del oportunismo, usan un lenguaje –casi metalenguaje diríamos- que juega con la permanente ambigüedad para acabar cimentando una estricta alianza de intereses con la oligarquía europea.
La UE es una alianza interestatal de carácter imperialista constituida desde sus orígenes con el único fin de salvaguardar y promover los intereses de clase de los sectores más avanzados de la oligarquía europea. Ese es su único fin y todas, absolutamente todas, las argumentaciones de tipo cultural y social que la vinculan con una unidad de destino de los pueblos europeos es pura propaganda que, desde el terreno de la superestructura, busca concitar un consenso interclasista hacia lo que, como decíamos anteriormente, no es más que el proyecto más elaborado en todos los órdenes de una oligarquía que, acorde con la fase actual de desarrollo del capitalismo, está cada día más concentrada en un escaso número de monopolios financieros.
Alguna nota histórica
548006_536387319720485_618742169_n.jpgEn España, esta identificación de las estructuras económicas y políticas europeas como sinónimo de modernización, democracia, justicia, cultura y libertad, fue una baza puesta en la mesa de juego por los sectores económicos más adelantados del franquismo y jugada magistralmente por la dirección de un Partido Comunista de España (PCE) que, desde su propuesta de reconciliación nacional realizada en 1956 iba ya sentando las bases de una política y un programa que, exacerbando la particularidad española y preparando ya las bases futuras del Eurocomunismo, avanzaba de cabeza a la sustitución del proyecto revolucionario propio del PCE, por uno reformista y de conciliación de clases. En lo que respecto a Europa, no fue hasta el 8º Congreso del PCE realizado en 1972 en el que se decide apostar por el proceso de integración europea que representaba la Comunidad Económica Europea fundada en 1957. Pero no es hasta el 9º - el del abandono formal del leninismo- en el que se expresa ya sin ambages que “el PCE al preconizar el ingreso de España en la CEE, afirma su voluntad de transformar, al lado de las demás fuerzas de izquierda de Europa, el actual carácter de la Comunidad, dominada por los grandes monopolios. Aspiramos a la Europa de los trabajadores, a la Europa de los pueblos: Una Europa unida en los planos económico y social, que tenga una política propia, independiente”. Eso era en 1978 y, tras esa proclama sobre la CEE ocultando su carácter de clase y llamando a articularla, junto a la socialdemocracia, en una estructura al servicio de los trabajadores y los pueblos, tenemos 36 años de experiencia para demostrar la imposibilidad, la inutilidad y la falsedad de su propósito.
La antigua CEE, hoy constituida en UE, no estaba “dominada por los grandes monopolios” por una desviación de su propósito fundacional o una mala aplicación de sus políticas; la CEE y la UE, como está sobradamente demostrado, responde a un interés de clase muy concreto: el de los monopolios y por carácter, esencia y misión orgánica, no dejará de cumplir esa tarea hasta su completa destrucción.
El juego de la confusión.
Como vemos no es de ahora que se juegue con este tipo de llamados orientados a engañar y confundir a la clase obrera y los sectores populares respecto al carácter de clase de la UE. Sin poder alegar desconocimiento de los resultados prácticos de la incorporación de España a la UE y sus consecuencias para la clase trabajadora y el pueblo, las fuerzas del oportunismo siguen sumidas en su juego de desorientación. La terciarización de la economía española tras un intenso proceso de desindustrialización y desmantelamiento del sector primario impuesto por la UE, la pérdida de la soberanía monetaria del estado español por la integración en el €, la privatización del sector público y la adecuación legislativa a las exigencias europea –al igual que el PCE lo hacía ya en el 1978 – se sitúan como desviaciones y resultados no deseados de las políticas europeas, como consecuencia de lo que comúnmente denominan ataque neoliberal de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) al modelo social europeo y lo que la recién creada plataforma política llamada Podemos define como “la Europa de la rapiña y el desprecio de los pueblos que ha secuestrado nuestra democracia” . Mienten conscientemente y lo hacen por su dependencia política y económica del proyecto que los alimenta y les permite un hueco institucional en el que desarrollarse.
Su posición respecto a la UE se combina perfectamente con el análisis que realizan de la crisis general y estructural del capitalismo y, al igual que entienden ésta como consecuencia de una errónea gestión de los recursos financieros, proponen la vuelta a lo que denominan señas de identidad de la UE como medio para la superación de la crisis. Corregir el rumbo de las políticas neoliberales que nos apartaron de unos servicios públicos eficaces, gratuitos y universales para volver al estado del bienestar que tan bien representa el modelo europeo frente a los imperialistas norteamericanos. Ese es en resumen el discurso de los oportunistas. Una propuesta que, denunciando la creciente situación de exclusión social, explotación y pobreza a la que nos conducen la políticas de la Comisión Europea, al mismo tiempo, hace bandera de la UE y el € para proponernos un paquete de medidas keynesianas que revitalicen la economía en los países más pobres de la UE. Idealistamente tratan de conducir la Historia hacia atrás e ignoran que las leyes del desarrollo económico del capitalismo no permiten a los monopolios que deciden el futuro de la UE, hacer otra política diferente a la que corresponde a una potencia imperialista que juega fuerte y decididamente por desarrollar sus esferas de poder económico y político en el mundo. Explotación, violencia y guerra es el único futuro que ofrece la UE.
logo-UE.jpgCómplices necesarios
Hablando del oportunismo, el PC de México afirma en el nº 4 de la RCI que “hoy mismo, en Europa y América, es un soporte fundamental del imperialismo, recibiendo inclusive financiación de los monopolios para la acción política, desde ONG’s, actividades ideológicas y, sobre todo, promoción de formas alternativas de la gestión capitalista de “rostro humano”. Tal vez una afirmación muy exagerada dirán algunos, pero quien en tiempos de reacción imperialista en todos los planos y órdenes, sigue proponiéndose como alternativa para una gestión diferente del capitalismo y se mantiene firme en la defensa de la institucionalidad burguesa, debería cuestionarse si su papel puede ser diferente al que con absoluta claridad le señalan los camaradas mexicanos.
En su XIX congreso realizado en Noviembre de 2013, el PCE resolvía la cuestión con la magistral frase de “romper con la Europa del € sin romper la Europa del €” que entendemos se sitúa en el mismo nivel de idealismo y/o complicidad que el llamado del PIE a “realizar la búsqueda de un desarrollo económico social, ecológico y solidario dentro de la UE y sin romper con el € porque ello no conduciría automáticamente a políticas más progresistas”. Palabras huecas de trileros de las que se hacen eco los charlatanes mediáticos de Podemos al reivindicar dentro de la UE “una Europa justa, de los derechos y de la democracia”. Lamentables frases a las que sin ningún tipo de dificultad podríamos añadir las expresadas por el CE de la CES el pasado Octubre en la que propone “un nuevo rumbo para Europa para mostrar que Europa defiende el progreso social y no es un instrumento que ataca los derechos sociales” y para que eso se convierta en una realidad sacan a relucir nuevamente a Keynes y proponen “un plan de recuperación europeo audaz con un objetivo de inversión del 2% del PIB para enfrentar la crisis multifacética”
La caracterización que realizan de la crisis tiene un correlato necesario en la propuesta de superación que hacen de la misma y, como no también, en el sujeto político que ha de protagonizar la superación. Nada de crisis estructural, nada de socialismo y, lógicamente, nada de clase trabajadora. Para ellos la superación se enmarca en una mejor gestión del sistema y una corrección ciudadana de las desviaciones que nos han traído estos lodos. El capitalismo social es su fórmula, pero la realidad empírica nos dice que la verdadera utopía ya no es pretender tomar el cielo por asalto y llevar a la clase obrera al poder, sino el querer hacer de este lobo voraz llamado capitalismo un marco de convivencia favorable para la mayoría social que todo lo produce.
Por eso nuestra propuesta, la del PCPE, es inequívoca en ese sentido y descarta cualquier tipo de convivencia con quienes defienden la ambigüedad y la confusión en un tema central como el posicionamiento respecto a la UE. Salir de la UE y el € como paso necesario e imprescindible en el camino hacia el poder obrero y el Socialismo es hoy la consigna principal que marca el deslinde entre reforma y revolución.
 
Julio Díaz