martes, 15 de mayo de 2012

Cuatro ministros de Rajoy sólo han vivido de la política

Alberto Ruíz Gallardón, ministro de Justicia, Jorge Fernández Díez, ministro de Interior, Ana Mato, ministra de Sanidad y Fátima Báñez no tienen en sus currículos ninguna actividad que no sea los enchufes o prebendas conseguidos por su afiliación política. No han trabajado nunca en una empresa privada, ni siquiera como funcionarios, y además se da la circunstancia de que ninguno de los cuatro habla idiomas.

Así que son los servicios prestados o, como en el caso de Gallardón, ser hijo de su padre, aquel que escribió aquello de que el franquismo fueron “cuarenta años de paz que nos dieron como fruto inmediato una Monarquía estable y fecunda, amparo de cada uno de los españoles”, los únicos méritos que tienen para haber llegado a ser ministros. Sus currículos se pueden consultar en la web oficial de Moncloa, aunque no haya demasiado que ver, salvo haber estado en la nómina del Partido Popular y el resto de sus versiones, o a cargos obtenidos por ir en las listas electorales de este partido. Ni siquiera han dado clases en una Universidad o Instituto, actividad a la que suelen acceder la mayoría de los políticos de primera línea.


Alberto Ruíz Gallardón, madrileño de 54 años, es abogado miembro de la carrera fiscal en excedencia voluntaria y desde que en 1977 (dos años después de la muerte de Franco), con solo 19 años, ingresara en  la recién creada Alianza Popular, toda su actividad ha estado centrada en la política. Entró por primera vez en la dirección de la antigua Alianza Popular (ahora PP) en 1986, un año después fue elegido senador por ese partido, presidente de la Comunidad de Madrid en 1995, alcalde de Madrid desde 2003, diputado a Cortes Generales en 2011 y actualmente Ministro de Justicia.

Jorge Fernández Díaz, vallisoletano de 62 años, es ingeniero industrial y titulado por la Escuela Superior de Marketing y Administración de empresas de Barcelona. Fue Delegado del Ministerio de Trabajo en Barcelona durante un año (1979-1980), luego nombrado Gobernador Civil de Asturias también durante un año (1980-1981), y al año siguiente Gobernador Civil de Barcelona durante otro año (1981-1982). En 1983 fue nombrado presidente del Partido Popular de Cataluña, senador autonómico por Cataluña en la Tercera Legislatura, diputado en el Parlamento Autonómico catalán en la Segunda y Tercera Legislatura, concejal de Alianza Popular en el ayuntamiento de Barcelona y diputado en el Congreso desde la Cuarta Legislatura ( estamos en la novena). Con la victoria del PP en las generales del 96 entra en la nómina de 
altos cargos del Gobierno, primero como Secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, luego como Secretario de Estado de Educación y, en el último Gobierno de Aznar como Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

El currículo de Fátima Báñez es el máximo ejemplo de la falacia, por no hablar de mentira, que supuso la afirmación de Rajoy en campaña electoral de que contaría “con los mejores”. A no ser que por “los mejores” se entienda los más fieles y obedientes. Esta licenciada en Derecho y Ciencias económicas y Empresariales, de 45 años, nacida en San Juan del Puerto (Huelva) relata como “experiencia profesional” en la web de Moncloa la siguiente actividad: vocal del Comité Ejecutivo Regional del PP- Andalucía desde 1996 (primera actividad que consta), posteriormente coordinadora de la presidencia del PP en Andalucía y miembro del Consejo de Administración de la radio televisión andaluza, a propuesta del PP. En el período 2.000-2004 continúa como coordinadora de presidencia del PP en Andalucía y es diputada en el Congreso, donde es portavoz adjunta del PP en la comisión de Economía y portavoz en subcomisión de estatuto de la microempresa y del trabajador autónomo.

De 2004 a 2008 sigue como diputada nacional con varias portavocías en comisiones, y asciende en el PP andaluz, donde Javier Arenas la coloca como Vicesecretaria de Economía. De 2.008 a 2.001 sigue ocupando los mismos puestos (diputada en el Congreso por Huelva), sigue de vicesecretaria de economía en el PP andaluz y asciende en el organigrama interno del PP en el Congreso al ser nombrada coordinadora del área económica. De ahí a ser nombrada ministra tras las generales de 2011. Es decir, toda su actividad se limita al PP y bajo la sombra protectora de Javier Arenas. Resulta más que llamativo que la ministra de 
Empleo no conozca cómo funciona una empresa, ni pequeña ni grande, ni conozca cómo funciona desde dentro (como técnica) la administración.

Ana Mato, madrileña de 53 años, es licenciada en Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Su “experiencia profesional” que consta en la web de Moncloa es: portavoz sobre medios de comunicación del PP de 1983 a 1986, y de transportes y telecomunicaciones entre ese último año y el 2.000. Subdirectora del gabinete del Presidente de la Junta de Castilla y León de 1.987 a 1.990 (cuando Aznar era Presidente de Castilla y León), diputada autonómica de Madrid del 91 al 93, de ahí pasa a las listas del PP al Congreso de los Diputados y ocupa escaño hasta 2.004. Eurodiputada del 2.004 al 2.008, a partir de ese año vuelve al Congreso de los Diputados y es nombrada vicesecretaria general de organización y electoral del Partido Popular. Nada que le vincule con una actividad que no sea estar en nómina del Partido Popular. 
Esta entrada es del blog de jose luis forneo,cuestionatelotodo.


2 comentarios:

  1. Estos son los que representan al pueblo llano, gente comprometida y empatizadora con los trabajadores.

    Vamos obreros, votad al Pp que es el partido de los trabajadores, como dice la bienpagá.

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  2. Pesaba que los privilegios de algunos ciudadanos del pueblo por afinidad política se habían acabado con el nuevo equipo de gobierno, pero no es así.

    Mientras algunos tenemos que traspasar nuestro negocios de hostelería, porque la situación económica esta bajo mínimos, a otros se les permite hacer de todo sin ninguna traba, otros por desgracia tendrán que echar el cierre.

    Todos tenemos que cumplir con la legalidad, ¿no?

    Pues yo me pregunto, ¿por qué unos si y otros no?

    Hay bares en Valverde de reciente apertura que han iniciado su actividad sin ningún tipo de permiso (ni si quiera el permiso de obra), es más, es ahora cuando ha hecho la salida de emergencias que la ley obliga.
    ¿En enero cuando abrió no le hacía falta o es que hicieron la vista gorda?

    Decirle al ayuntamiento, que en algo tendrá que ver, que este tipo de "favores" perjudican a los demás, pues competimos en inferioridad de condiciones, pues un local sin papeles no paga nada, tiran los precios por los suelos y nos dejan sin clientela.

    Hay bares en el pueblo que hasta que no tuvieron todos los permisos en regla no han podido abrir sus puestas, otros que aún no han abierto por la falta de éstos y otros que se les para la obra por chuminadas,¿por qué a otros no se les mira con el mismo rasero?

    Hay algunos que hemos traspasado nuestros bares, otros no saben cuando podrán abrir y otros no tendrán esa suerte y tendrán que cerrar.

    Loles solo recordarte que todos somos ciudadanos de Valverde.

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